Crean un museo del Cacao y el Chocolate en Teotihuacán

Un Museo del Cacao y el Chocolate fue creado en las inmediaciones de la Zona Arqueológica de Teotihuacán, con la intención de dar a conocer cómo las culturas de Mesoamérica preparaban bebidas preciosas con la semilla considerada un regalo de los dioses.

La iniciativa es de Fernando Rodríguez Delgado, un chocolatero mexiquense que promueve la historia y tradición del cacao como una opción más para los visitantes de este importante sitio arqueológico del Estado de México.

El promotor destacó que, para la preparación del verdadero cacao, desde tiempos ancestrales se utilizaban ingredientes con un gran valor gastronómico y nutricional tales como el maíz, la canela, el jengibre, la flor de magnolia, el pericón, la damiana, la hoja santa y la menta.

Explicó que hace 18 años tuvo su primer encuentro con el cacao, cuando se fue a vivir un tiempo al sureste mexicano y aprendió a preparar las bebidas de manera artesanal.

Además, se apoyó del Códice Florentino de Fray Bernardino de Sahagún, cuyos apuntes narran la forma en que los mexicas preparaban las atlaquetzales, es decir, las aguas preciosas.

Fernando añadió que su intención es mostrar a niños y adultos el cacao que consumían los antepasados, para que experimenten su sabor y conozcan más allá de los productos industrializados que actualmente ofrecen las grandes empresas.

El museo se ubica en el Circuito de la zona arqueológica, en la parte baja del restaurante El Mitote, en San Sebastián Xolalpa, donde alberga unas 50 piezas representativas de la siembra y producción del cacao en las antiguas culturas.

De acuerdo con investigadores, los primeros en cultivar el árbol del cacao fueron los olmecas en el año 1500 a.C., quienes molían las habas de cacao y las mezclaban con agua. Con el paso del tiempo, la cultura del cacao se extendió a las poblaciones mayas y aztecas. Se dice que el cacao era un símbolo de abundancia que se empleaba al momento de rituales religiosos dedicados a las divinidades.

Los granos son la base del chocolate, como de diversas comidas mesoamericanas, entre ellas la salsa de mole. Es también un tónico llamado tejate, que puede llegar a curar ciertas enfermedades, estimular el apetito, aumentar la resistencia física y para reducir la fatiga.

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