El Rey del Dulce

Por: Malinali López

Para conocer al mayorista del mes platicamos con una mujer líder, visionaria y con alma innovadora: la empresaria Yola Tapia, actual directora de El Rey del Dulce, una empresa que lleva más de seis décadas endulzando corazones.

La historia de El Rey del Dulce comienza cuando don Juan Tapia -padre de nuestra entrevistada- decide empeñar un radio por el cual recibe cuatro bolsas de paletas, mismas que comienza a vender en comercios, escuelas, tienditas, etc. Yola Tapia reconoce que en ese momento no se dieron cuenta del potencial que tenía el giro de los dulces; “fue una decisión que en su momento parecía pequeña, pero que representó mucho más: fue un acto de fe, de necesidad convertida en oportunidad. Fue una época de mucho esfuerzo físico, pero también de cercanía con la gente”.

En ese mismo año,1962, deciden dar el paso para convertirse en una empresa; y así, este 2025 celebran 63 años de ser parte de la vida de muchas personas.

Regresando a sus inicios, con el tiempo pasaron de vender dulces de puerta en puerta a convertirse en pioneros del autoservicio de dulces y fiestas en México. Al respecto, Yola Tapia señala que fue la necesidad de adaptarse la que los llevó a implementar este modelo de negocio. “Observamos cómo las personas buscaban variedad, accesibilidad y experiencia y así nació la idea de permitir que el cliente eligiera libremente, sin tener que depender de un mostrador. Ese modelo nos convirtió en pioneros en Querétaro y abrió la puerta a algo más grande: la franquicia. Llegamos a tener 38 puntos en distintos estados”.

Actualmente son 11 franquicias, principalmente en Querétaro y San Juan del Río. Dentro del amplio catálogo con el que cuentan, nos confesó que los productos estrella son los clásicos como mazapanes y artículos para fiestas, además de las botanas que ellos mismos elaboran. “Nos aseguramos de tener todo para que una celebración sea colorida, rica y divertida”, puntualizó Tapia. Y añadió que su clientela es muy variada pues va desde amas de casa, emprendedores y pequeños comerciantes hasta restaurantes, fábricas, vendedores de mayoreo, comedores industriales “y algo que nos emociona mucho, los cajueleros, personas que hacen de su cajuela un punto de venta para sostener a su familia. Son aliados y parte del corazón de este negocio”.

Y es que para El Rey del Dulce sus clientes no son solo un número, sino que se convierten casi en parte de la familia. “Cada uno tiene una historia. Hay personas que nos dicen: ‘Vengo porque aquí compraba mi papá cuando me llevaba a la escuela’, o ‘aquí compré los dulces de mi boda y ahora compro los del bautizo de mi hijo’; esas historias nos alimentan el alma”, confesó emocionada.

Porque, más allá de un negocio, podemos notar que hablan de valores, familia y disciplina: “Desde pequeños, mi padre nos enseñó que no se trata solo de vender: se trata de servir, de aprender, de agradecer. Aquí, en El Rey del Dulce vivimos valores como la disciplina, el trabajo constante, el respeto por el otro y el aprendizaje continuo. Muchas personas han comenzado aquí su primer empleo; muchos clientes hoy son hijos de quienes nos compraban en los 70. Esto es más que una empresa, es una red viva de memorias y afectos. No solo vendemos dulces, vendemos recuerdos, celebraciones, la infancia misma”, confeso Yola Tapia.

Con más de seis décadas de vida El Rey del Dulce ha pasado por momentos complejos, “como empresaria lo más complicado son los cambios financieros y económicos de nuestro país y del mundo, así como las leyes y lo fiscal”. Pero estas situaciones les han dejado como aprendizaje que se debe tener una visión innovadora para gestionar los aspectos de procesos, mercadotecnia y financieros.

Siendo mujer y empresaria para Yola Tapia haber construido este legado significa haber transformado los desafíos en oportunidades; “significa que con fe, visión y trabajo, una familia puede pasar de un radio empeñado a un modelo de negocio que emplea, capacita y alegra a muchas personas. Y, sobre todo, significa tener el privilegio de ser parte de la historia de tantas familias mexicanas”.

Pero la historia de El Rey del Dulce no termina aquí, pues entre sus planes están el seguir creciendo de forma consciente, innovadora y fiel a sus valores, a lo que nuestra entrevistada agregó: “Queremos consolidar nuestra marca como un símbolo emocional para los mexicanos: no solo dulces, sino recuerdos, momentos, celebraciones. Estamos explorando nuevas líneas de productos saludables, estrategias digitales y experiencias para cliente basadas en neuromarketing. El futuro está en conocer profundamente al consumidor, pero sin perder el alma del pasado”.

Y a las nuevas generaciones de empresarios, nuestra entrevistada les da el siguiente consejo: “No hay sueños pequeños, una bolsa de dulces puede cambiar una vida. No se necesita tener todo resuelto, sino tener fe, disciplina, valores y una causa noble. Y que lo más importante en los negocios no es la ganancia, sino el impacto humano que dejas. Agradezco a nuestros clientes, proveedores y colaboradores por ser parte de esta dulce historia. Vamos por más”.

Así, El Rey del Dulce se declara listo para seguir endulzando la vida con propósito, alegría y sabor mexicano, pues tienen la certeza de que los dulces, más que un producto, son un motivo de alegría.

Lea otros artículos publicados en nuestra edición de julio de Mayoreo y distribución:

<div style=”position:relative;padding-top:max(60%,326px);height:0;width:100%”><iframe allow=”clipboard-write” sandbox=”allow-top-navigation allow-top-navigation-by-user-activation allow-downloads allow-scripts allow-same-origin allow-popups allow-modals allow-popups-to-escape-sandbox allow-forms” allowfullscreen=”true” style=”position:absolute;border:none;width:100%;height:100%;left:0;right:0;top:0;bottom:0;” src=”https://e.issuu.com/embed.html?d=mayoreo_y_distribuci_n_julio_2025&u=produccionesmanila”></iframe></div>

Entradas relacionadas

Dejar un Comentario