El incremento en el consumo de dulces, disfraces, licores y alimentos para la noche de Halloween se ha incrementado. Según datos de la consultora Datamind, en México hubo un incremento de 374 % en la demanda de disfraces, en la que afirmaron gastar alrededor de 400 a 800 pesos por transacción. De acuerdo con la Tiendeo, plataforma de catálogos, del alquiler de disfraces 83 % se hace en una búsqueda en línea.
Aunque Halloween no es una tradición mexicana, en la actualidad es aceptada por gran parte de los mexicanos, quienes aprovechan para hacer reuniones y unir las fechas para empezar la celebración de Día de Muertos.
Según los datos de la agencia digital Witailer, la búsqueda de disfraces en Amazon se multiplicó x1,000 (mil veces) y se comienza a buscar un mes con antelación los productos que más acorde vayan a esta festividad, y experimentan un crecimiento masivo al entrar en el mes de octubre.
Otro rubro que será muy recurrido en estas fechas es la compra de entradas a espectáculos, cine y espacios de entretenimiento en Día de Halloween. Mientras que alimentos y bebidas son otro rubro que será recurrido en esta fecha. De acuerdo con el Banco de México, en el primer trimestre de 2022 alrededor de 241 millones de pesos fueron compras por comercio electrónico, lo que corrobora que el comercio electrónico llegó para quedarse.
“El boom del comercio electrónico y el aumento del uso del dinero digital vino acompañado de una confianza cada vez mayor por parte de los consumidores, que vinculan sus tarjetas con una billetera en sus celulares o brindan estos datos en una tienda virtual”, explicó Antonio Rivero, Director General de Napse. “Si bien los métodos de pago hoy son más seguros que hace unos años, también existen en la web muchas páginas inseguras, listas para registrar tus datos bancarios y luego obtener beneficios de ello”, agregó. La buena noticia es que es muy fácil cuidarse de estos fraudes, solo hay que prestar atención a algunos detalles.
A la hora de comprar en línea, algunos de los consejos del especialista son: comprar en sitios reconocidos, verificar que la dirección sea correcta y que aparezca el protocolo de seguridad “HTTPS” y/o la imagen de un candado cerrado antes de la URL, mantener actualizado el software de la computadora y el sistema operativo del teléfono celular, utilizar conexiones seguras, evitar hacer compras o registrar datos sensibles, como contraseñas, cuando estamos conectados a una red pública, y corroborar si la empresa muestra información completa como dirección, teléfonos de atención al cliente, políticas de garantía y devolución.
Si bien los riesgos son menores en las tiendas físicas, también se recomienda tener cuidado. No perder de vista la tarjeta de crédito o débito con la que pagamos durante todo el proceso, supervisar las operaciones en la Terminal Punto de Venta (TPV) para evitar cargos adicionales o la posible clonación del plástico, revisar que el monto del recibo coincida con la compra y conserva los tickets para cualquier aclaración.
Otro punto importante a tener en cuenta son las posibles devoluciones y cambios. Si compramos en una tienda, física o virtual disfraces, que no cuentan con procesos de cambio o devoluciones simples, podemos estar “regalando” un problema. Un buen consejo es, antes de hacer la compra, tomarse el tiempo para revisar las políticas de devolución: si están disponibles en la página web, es probable que el proceso sea simple.
En el caso de que compremos en una tienda física, es habitual que la devolución o cambio pueda hacerse allí. Pero es recomendable consultar, en el momento de la compra, si el producto puede devolverse en otra sucursal, o inclusive de forma online. “Muchas marcas cuentan con diversas opciones para adaptarse a las necesidades de sus clientes y facilitar lo más posible el proceso”, explicó Rivero, “las estrategias que buscan integrar los diferentes canales de compra están creciendo entre las empresas, lo que ofrece a los compradores jornadas de compras más simples, rápidas y satisfactorias”, concluye.