Dulcería Doña Tere

Por: Malinal López

Para conocer al mayorista de este mes viajaremos a un lugar donde el dulce se respira en todos lados: San Juan de los Lagos, Jalisco, donde Dulcería Doña Tere ha conquistado el mercado con una amplia variedad de dulces típicos mexicanos.

Su historia comenzó en noviembre del 2010 en un pequeño local con tan solo algunas cajas de palanquetas y amarantos, sin embargo, de acuerdo con Héctor Gutiérrez, contaban con algo imprescindible, el conocimiento que del negocio tenían los fundadores de la dulcería.

De acuerdo con nuestro entrevistado, su familia se ha dedicado al negocio de los dulces desde hace 50 años, tanto en la venta como en la producción. Doña Tere, fundadora de la dulcería, trabajó algunos años en el negocio familiar fincando, sin querer, una buena reputación que sería fundamental al momento de independizarse.

Después de algunos años, junto con su esposo, deciden iniciar su propia empresa y es ahí cuando surge Dulcería Doña Tere, “empezamos desde cero, simplemente con el know how del negocio que tenían los fundadores”, aclaró Gutiérrez.

Gracias al buen nombre que su mamá se había forjado trabajando en el negocio familiar, comienzan a llegar los proveedores a este nuevo emprendimiento para ofrecerle su producto y aceptando que le pagaran cuando lo vendieran. “Así como esa situación comenzaron a llegar varios proveedores, y luego llegaron proveedores que no conocíamos, pero algún otro nos había recomendado con ellos”, añadió Héctor Gutiérrez.

Así, mientras Doña Tere se encargaba de la parte administrativa su esposo, un vendedor nato, comienza a visitar los locales de San Juan del Río para ofrecer sus productos. Y aunque al principio no obtenían una buena utilidad, poco a poco se fueron introduciendo en el mercado, por lo que comienza a crecer tanto la cartera de clientes, como de proveedores y productos.

Se empieza a correr la voz y la gente comienza a llegar al negocio porque le gustaba cómo eran atendidos, y así también comienzan a llegar los clientes de fuera de la ciudad. “Empezamos en San Juan, y fuimos expandiéndonos a Aguascalientes, Zacatecas, León, que eran los lugares más cercanos; ahorita tenemos presencia en todos los estados del país. Incluso personas vienen aquí a San Juan a comprar nuestros productos para llevarlos a sus familiares a Estados Unidos”, aseguró Gutiérrez.

De hecho, nos contó que trabajan con dos empresas que a veces les hacen pedidos de bolsitas porque las van a regalar a sus clientes extranjeros, o bien en para Navidad como regalos a sus empleados.

Y es así como el negocio que empezó siendo un local pequeño, en la actualidad es una reconocida dulcería que cuenta con un catálogo de alrededor de 400 productos, tres bodegas y que está por inaugurar su centro de distribución. Esto gracias que Dulcería Doña Tere es sinónimo de productos de buena calidad, a buen precio y con un trato siempre atento, lo cual ha sido fundamental para el éxito del negocio.

La cajeta es un dulce imprescindible en San Juan del Río, por lo que Dulcería Doña Tere lo tiene en varias presentaciones, ya que es uno de los productos más solicitados por los clientes. A ella se suman la cocada, el ate de membrillo y el rollo de guayaba; sin olvidarse de los productos a base de semilla, que fue con lo que dio inicio el negocio: palanqueta de cacahuate, palanqueta de semillas, el amaranto, etc.

“Uno de mis aliados más grande es grupo Cuanda, somos distribuidores de ellos en la zona y todas las gomitas Lucky Gummies se venden muy bien. Somos los distribuidores de la zona de Producto Aldama, el cual se vende muy bien; y desde noviembre del año pasado que introdujimos Dulces Karla, con sus vasitos de tamarindo, se están vendiendo muy bien”, explicó nuestro entrevistado.

El encargado de Dulcería Doña Tere nos explicó que 70 por ciento de su catálogo son dulces tradicionales artesanales, que son buscados por buena parte de la población. “Hay que recordar que nosotros, como mexicanos, tenemos el mercado de la nostalgia. Lo que nos ha pasado mucho ahora que estamos incursionando en ventas en línea es que nos escriben ‘recuerdo que mi abuelita iba caminando a San Juan de los Lagos y cuando regresaba me traía un kilo de cajeta”, eso sin olvidarnos de la gente que vive en otros países -principalmente Estados Unidos- y que aprovecha que alguien viene al país para encargarle sus dulces.

“Entonces, el mercado de nostalgia siempre apunta a lo tradicional. Pero es muy curioso también, ahorita ver como las nuevas generaciones, conocen estos dulces y no le dicen que no a un jamoncillo”, señaló divertido.

Y relató cómo en sus visitas a Confitexpo ha podido continuar el trato con sus proveedores, conocer nuevos proveedores, aunque señaló que hay muy pocos dulces típicos.

En cuanto a las ventas, nos explicó que las estaciones influyen mucho, pero la región aún más; y mientras que en Chihuahua vende mucho los dulces enchilosos al sur le piden más los dulces de coco y tamarindo.

Nuestro entrevistado nos confesó: “estudié negocios y comercio internacional porque quiero poner mi granito de arena para proyectar que México es un país que es mucho más que solo delincuencia”.

Y finalizó señalando “Siento muy bonito saber que fui parte de que ese dulce llegara a la mesa de las personas. Y ver que mis papás empezaron desde cero, con base en el trabajo honesto, constante, y gracias a eso hay personas que pueden recordar cuando su abuelita les llevaba un dulce de San Juan de los Lagos. Se siente muy bien saber que hay persona que todavía estan buscando tus productos porque eres sinónimo de calidad, de atención y de precio justo”.

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