Por: Malinali López
Comenzamos este nuevo año viajando a la Riviera Maya para conocer a nuestro mayorista del mes, una boutique de dulces que con apenas unos meses de haber abierto sus puertas rápidamente se ha ganado un lugar entre la gente: se trata de Dulcifícate, la “Puerta a la Felicidad”.
Adrián Jiménez nos contó que la inquietud por tener un negocio lo llevó a analizar el mercado y a pensar cuál podía ser la mejor opción para emprender. Después de considerar varios aspectos, junto con su esposa Sandra González llega a la conclusión de que una dulcería puede ser un negocio rentable, especialmente si tiene un buen surtido y rotación de producto.
Y agregó: “adicionalmente le vi un punto positivo: si bien hoy hay restricción de dulces en las escuelas, vi un área de oportunidad donde ese placer que en las escuelas ya no van a permitir, que lo vengan a solventar en otro punto”, y qué mejor que una boutique de dulces.
Otro tema que tomaron en consideración fue el saber que la Riviera Maya depende del turismo, lo que puede hacer que los precios sean elevados. “Pensando en ello, encontramos un punto intermedio entre el turismo y los locales. Mi primer foco es el público local, y creo que lo importante es tener buenos costos -no importando si hay turismo o no-. Algo que yo visualicé en este negocio es que, más allá de tener un margen de utilidad muy alto debo tener una rotación muy fuerte de inventario para que el negocio sea fructífero”, aseguró Adrián Jiménez.
Y así, teniendo esto en mente, Dulcifícate abrió sus puertas a finales de octubre del año pasado en la recién estrenada Plaza Zero, de Playa del Carmen.
A pesar de tener pocos meses, nuestro entrevistado recuerda cómo el negocio ha ido evolucionando del concepto original. “En un inicio del proyecto pensamos ‘vamos a poner una tienda bonita que sea para mayoreo, que venga la gente y compre en bolsas o cajas”; sin embargo, se dieron cuenta que esta idea no concordaba con la decoración del lugar, por lo que tuvieron que hacer una reingeniería en el concepto hasta llegar a su propuesta actual: venta a granel, por pieza, medio mayoreo y mayoreo.
“El concepto es que tu entres y sea agradable a la vista, y que la vista de las cosas de igual manera sea agradable. Es un lugar con un espacio amplio para que puedas visualizar, transitar con gusto, que tengas oportunidad de ver todo lo que hay en la tienda”, aseguró Jiménez.
Respecto a este cambio, Sandra González reconoce que fue la decisión correcta: “yo creo que un 50 % de las personas que entran se lleva algo, siempre encuentran algo que les guste; tienen la posibilidad de llevarse un producto, pero también saben que se puedan llevar una caja”.
También aclaró que a pesar de que han tenido una difusión moderada en redes sociales la gente ya los empieza a conocer y recomendar. “Hablaron para pedir dos cajas de Paleta Payaso, y la señora que vino por sus cajas luego nos mandó a otra. Se siente bien porque ves que ya se tomaron el tiempo de entrar a Google, ya tomaron el teléfono, ya nos llaman, ya vienen, entonces empiezan a generar la confianza de que aquí sí lo encuentra. También estamos escuchando a nuestros clientes para que ellos nos digan qué les gustaría ver y ya evaluamos si lo podemos meter o no, y si no, darles alternativas con lo que ya tenemos”.
Así, entre los productos estrella de Dulcifícate han podido identificar las gomitas, los chocolates, las paletas y los malvaviscos. La marca Come Verde -botanas saludables horneadas, así como churritos de amaranto con sal y obleas de harina de amaranto- se en encuentran también entre los productos más vendidos. “Metimos esa línea porque aquí hay mucha gente fitness y necesitamos captar también a esas personas”, aseguró González.
“También tenemos una línea de gomitas cero azúcar con fibra que se llama Deloü, y ha tenido buena aceptación; otra línea que se llama Ala Terra, unas tiras de fruta hecha con mango piña y plátano, con chilito, sin azúcar. Hemos estado buscando opciones que sean saludables para esa gente super fitness que se cuida y también la gente diabética”, añadió. Nuestra entrevistada aseguró que sí ha visto gente que revisa las etiquetas y está en busca de estos productos más saludables, pero de igual manera, los dulces clásicos como los mazapanes y chocolates siguen siendo la primera opción para muchos consumidores.
“La filosofía que estamos tratando de implementar es que la gente se sienta cómoda; cuando pasan enfrente los invitamos a entrar, les digo, ‘esta tienda es de ustedes para ustedes, siéntanse cómodos, por ver no se cobra’ y eso les da confianza”, explicó Jiménez; a lo que Sandra, complementó: “Toda la gente es bienvenida. Les damos una paletita cuando llegan, y les digo ‘para que se vayan inspirando’, y la mayoría se la come mientras están viendo qué llevar. Y ya tenemos clientes frecuentes”.
Nuestros entrevistados consideran que sí tienen un área de oportunidad buena porque no hay tantas dulcerías en la región. Para poyar ese posicionamiento ya están dados de alta en las plataformas de delivery -Uber Rappi y Didi-, y mediante su página web planean realizar ventas de medio mayoreo y mayoreo.
De acuerdo con Sandra González, lo que buscan para Dulcifícate este año es que sea una dulcería donde la gente se sienta bienvenida y pueda encontrar desde los productos clásicos y de su niñez, dulces de sin azúcar, hasta sabores diferentes como dulces coreanos y japoneses; “queremos que te sientas a gusto y puedas regresar cuantas veces quieras para comprar una cosita o planees tu fiesta en nuestra tienda”.
“En Dulcifícate van a encontrar algo interesante para alegrarles el corazón”, aseguró Adrián Jiménez, y añadió: “creo que un dulce siempre lleva a la alegría de ese niño, que perdemos cuando crecemos; y volver a un espacio como este nos hace regresar a nuestra infancia”.
“Que el consumidor se sienta con esa nostalgia, que se sienta con esa alegría que los transporte a algún momento agradable de su vida, eso es lo que queremos que Dulcifícate sea para la gente”, finalizó.
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