Pepsico apuesta por lo natural

PepsiCo ha anunciado la aceleración de su estrategia para migrar a colorantes naturales en sus productos icónicos como Gatorade, Cheetos y Mountain Dew. Esta decisión responde a la creciente presión de los consumidores, quienes buscan reducir el consumo de aditivos artificiales, y a un entorno regulatorio cada vez más estricto en Estados Unidos.

La compañía enfrenta el complejo desafío de mantener la identidad visual de marcas construidas con colores vibrantes, mientras elimina los tintes sintéticos derivados del petróleo.

Actualmente, el 40 % de los productos de PepsiCo en Norteamérica todavía contienen colorantes artificiales. La transición de un tinte artificial a uno natural es un proceso arduo y costoso, que puede tardar entre dos y tres años por producto.

Según Chris Coleman, director sénior de I+D de alimentos de PepsiCo, el proceso es delicado ya que el color es fundamental para la percepción y elección del consumidor: “No vamos a lanzar un producto que el consumidor no vaya a disfrutar”.

La experimentación de PepsiCo se centra en alternativas naturales de origen vegetal:

  • Flamin’ Hot Cheetos (Rojos): Pruebas con cúrcuma y pimentón.
  • Bebidas (Rojos/Morados): Uso de zanahorias y camotes morados para marcas como Mountain Dew o Cherry 7Up.
  • Tostitos Salsa Verde: Sustitución de cuatro tintes sintéticos por polvo de algarroba.

El cambio de rumbo de PepsiCo está impulsado por dos factores principales:

  • Demanda del Consumidor: Más de la mitad de los consumidores encuestados internamente por la empresa indicaron que desean reducir los colorantes artificiales, asociando lo natural con lo saludable y premium.
  • Presión Regulatoria: La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha comenzado a prohibir ciertos tintes, como el Rojo 3 en enero, y ha propuesto eliminar otros (como el Naranja B). Paralelamente, estados como Virginia Occidental ya han prohibido los colorantes artificiales en los almuerzos escolares.
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La principal dificultad de esta transición no es solo técnica, sino económica. Los colorantes naturales suelen ser más caros, y ese incremento de costos se refleja en el precio final al consumidor.

Según NIQ, las ventas unitarias de productos libres de colorantes artificiales cayeron en 2023 debido al aumento de precios. Esto subraya que, aunque la conciencia sobre la salud es alta, el factor económico sigue siendo un contrapeso significativo.

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